Todo Plan Urbanístico General examina la
dinámica demográfica para atender a las cuestiones sobre capacidades urbanas de
expulsión o acogida de poblaciones, y sus necesidades de transformaciones
urbanísticas, y las de ocupación y urbanización de nuevo territorio,
consecuentes.
El ahora en periodo de sugerencias y
fase de Avance, lo hace de forma paradójica, recogiendo, de una parte, el
presente de estas dinámicas, sin extraer, sin embargo, las congruentes
conclusiones, pasando, sin más, y sin detenerse a considerar su ya muy
significativo alcance, a formular las previsiones que le conducen a perseverar
en las insatisfechas determinaciones de crecimiento de 1997, que contradicen las
dinámicas observadas, en estos ya más de 16 años, y las necesidades de las
poblaciones protagonistas, que se omiten.
Si la incorporación de más de 500.000 migrantes
transnacionales, >15% de la población, habida en la década, 2000-2009, es un
hecho de extraordinaria relevancia urbanística, no lo es menos la de su
continua disminución y perdida en los últimos cuatro años, aún no detenida y en
curso.
Los sistemas urbanos, para no perder
pujanza, o no entrar en decadencia, necesitan mantener o incrementar su
población. Madrid necesita de migración no nacional para crecer, detener la
caída de la natalidad y atenuar el invierno demográfico. Conservar y recuperar población,
no solo es cuestión de crecimiento económico y de empleo, sino de las políticas
urbanísticas que lo prioricen.
Madrid pierde población
El documento de
divulgación del Avance, el mas reciente de los editados, publicado a mediados
de enero del presente 2014, destinado al acercamiento de su contenidos a la
generalidad de los ciudadanos, afirma, -págs. 26/170-, que, “En los últimos años se
ha producido un significativo
crecimiento de la población madrileña debido, en gran parte, a los
importantes flujos de población extranjera (actualmente el 15% de la población
total)”, y ello aun cuando el documento de diagnóstico de 2011, recoge ya, las pérdidas de población habidas en 2010, que cifra en, -14.249 habitantes,
y que el “Estudio de Viabilidad y Sostenibilidad Económicas”, más actualizado,
registra, -2.2.2-17/60- las pérdidas
de las dos anualidades siguientes, 2011 y 2012, a las que habrán de añadirse
las del ya concluido 2013, y las por venir en 2014, 2015 y siguientes.
Lo cierto y
verdad es esto último, que Madrid vuelve
a perder población, al ritmo de un barrio al año, -20.000 hab/año-, en los
últimos cuatro, y que aún habrá de continuar, hasta que la recuperación del
empleo llegue a ser un hecho.
Tras el periodo
de 10 años de auge y recuperación de la población, del Boom, 1997-2000-2009,
que siguió al de 21 años de pérdidas, 1976-1996, de la crisis del petróleo,
hasta el mínimo de 2.867 miles de habitantes en 1996, de 30 años atrás -1966-, Madrid
vuelve a entrar en un proceso de pérdida de población tras el segundo máximo
histórico alcanzado en 2009, con 3.273 miles de habitantes, encontrándonos, en este 2014,
en el quinto año de la serie de pérdidas, que habrá de continuar hasta tanto no
sea efectiva la recuperación del empleo, como una manifestación y consecuencia
más de la crisis y el crac inmobiliario.
Con la población mundial en vertiginoso aumento y máxima concentración
en las áreas urbanas, con más de 1.000 ciudades de más de 1 millón de habitantes
en los próximos 30 años, España ha entrado, además, en regresión demográfica.
No es por ello, sin embargo, población migrante transnacional lo que faltará,
sino las capacidades de acogerla, emplearla y organizarla, las que muestran
fuertes carencias y necesidades de planificación.
El ya largo
periodo de 40 años, 1975-2015, que ha seguido al de crecimiento acelerado de la
industrialización, lo es de estancamiento y pérdida de población, solo
recuperada por la, hasta hoy, excepcional migración de no nacionales, del boom
de crédito e inmobiliario, acompañada de la progresiva disminución del tamaño
de los hogares y familias, demandantes del
crecimiento físico y extensión habidas.
El contenido
propositivo del Avance, opta, sin embargo por excluir de sus consideraciones cualquier
escenario de estancamiento demográfico, que tendría por finalizado, en 2015,
con su futura entrada en vigor, y concluye, para el periodo de cuatro
cuatrienios/mandatos, o tres quinquenios que planifica, tanto desde
consideraciones demográficas de 2011, como desde las de el crecimiento del PIB
de 2013, un crecimiento medio “sostenido”, demandante solvente de vivienda de 15.000 hogares/año, a lo largo de 16
años consecutivos.
Sugerencias al Avance
RPG97
La Revisión que
se elabora habría de coordinar y actualizar sus contenidos, a la fecha en que
haya de someterse a aprobación, de forma que el registro de la realidad
demográfica de perdidas de población, habidas en 2010, 2011, 2012 y 2013, así como las proyecciones alternativas, que
de estas se derivan, figuren de forma homogénea, sin omisiones, en todos sus
documentos.
Los documentos
propositivos de la Revisión habrían de valorar, adecuadamente, el escenario
actual, demográficamente recesivo, junto con el de deseable crecimiento futuro,
con la consideración de las distintas medidas urbanísticas diferenciadas, que cada uno de estos
escenarios requieren.
No hay, ni ha
habido Plan para el tiempo de estancamiento y necesitamos un Plan. En los 16 años del Plan que se revisa, han tenido
cabida, un estancamiento, 1997-2000,
un auge, 2000-2009, y una recesión 2009-2013. Que menos que planificar los
16 siguientes sin ignorar esta experiencia, inmediata y directa en la que aún
nos encontramos.
Serafín Sardina Vázquez. COAM 7538
Febrero 2014
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