miércoles, 17 de octubre de 2012

CRECIMIENTOS


  • Ni nuestras necesidades, ni nuestros recursos, ni nuestras potencialidades alcanzan para tanto como tenemos ya ordenado.
  • Los crecimientos, intensivos o extensivos, que se programen, planifiquen, revisen, o mantengan, han de referirse y acreditarse en las realidades demográficas, de “población y empresas”, en las proyecciones previsibles o tendencias que se promuevan, y en los flujos de crédito, que no pueden seguir ignorándose.
  • La demografía empresarial ha de ser igualmente evaluada.
  • La ciudad no puede ni transformarse ni crecer sin crédito, y sus flujos han de encontrarse evaluados en su planificación.
  • Tras el descenso de población habido entre 1990 y 1997, Madrid ha recuperado población desde 1997 hasta 2009, por saldos migratorios positivos, iniciando en 2010 nuevos descensos.
  • En las últimas décadas Madrid ha crecido más en desocupación y número de hogares, que en número de habitantes, por disminución de los tamaños familiares.
  • El crecimiento en el número de hogares, por disminución del tamaño familiar, tiene techo, y este se habría alcanzado o no tendría mucho más recorrido, ya que esta limitado por tamaños familiares mínimos, irreducibles.
  • El posible crecimiento demográfico madrileño es exclusivamente migratorio.
  • El crecimiento vegetativo negativo solo puede verse alterado por las aportaciones inmigratorias.
  • El crecimiento migratorio está vinculado y limitado al crecimiento económico.
  • Madrid ha perdido población, en los dos últimos años 2010 y 2011, siendo esta la tendencia en los años inmediatos, esperable en el periodo de recesión hasta restablecer el crecimiento económico.
  • La opción dominante para la población migrante es el alquiler, por lo que este tipo de crecimiento demográfico ha de asociarse a la promoción del incremento del parque de alquiler.
  • El crecimiento del parque o de nuevas viviendas impulsado por demandas de movilidad y migración internas, por mejoras o adecuaciones en la localización o las características de la vivienda, están limitados a la población de adquirentes solventes, escasos en la inmigración económica.
  • Las necesidades de reposición del parque edificado se han visto drásticamente reducidas y restringidas por las mejoras en los estándares, y renovaciones y rehabilitaciones de las últimas décadas, y las políticas y objetivos de rehabilitación actuales.
  • La definición solvente de riesgos inmobiliarios, habrá de  tomar en consideración las limitaciones demográficas y territoriales, y esta llamada a consolidarse en el restablecimiento del crédito.
  • Emprender transformaciones urbanísticas que no podrán culminarse por falta de destinatarios, o de retorno, tiene costes socialmente no asumibles.
  • Mantener aplicados recursos a transformaciones que no podrán completarse por falta de destinatarios, o de retorno, resultando en inmovilizados improductivos, tiene costes socialmente no asumibles. La actual planificación del Sureste no es sostenible.
  • La dispersión de recursos, emprendiendo un número no abarcable de proyectos que no podrán completarse, dañará la recuperación y el desarrollo urbanos.
  • La Identificación y selección de actuaciones viables necesita de programación y dirección públicas.



  • Las prioridades de transformación urbanísticas apuntan, y habrían de enfocarse, a las RECENTRALIZACIONES Y EL ALQUILER.
  • Los Desarrollos del SurEste habrían de recuperar, criterios de magnitud y escala, de rango al menos DISTRITAL, y sus dimensiones estructurantes y estratégicas, como reservas de crecimiento a largo, o muy largo plazo, orientadoras de decisiones futuras, aún por adoptar, cuyo detalle o adopción anticipada las hace inviables y no sostenibles.

Serafín Sardina COAM 7538

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