La ciudad
difusa, la de baja densidad, la cuestionada por su consumo de suelo y su menor
sostenibilidad, es unifamiliar.
El crecimiento del municipio de Madrid no es
unifamiliar, es residencial colectivo.
En sus sectores y reformas la cuota de unifamiliar, es minoritaria o
complementaria.
Son otros municipios metropolitanos, donde se ha
seguido el modelo y desarrollado oferta de “unifamiliar para todos”.
La unifamiliar sigue ocupando la cima de las aspiraciones de calidad
residencial. Villa Solar Decathlon es unifamiliar.
La intensidad global de edificación de los sectores
no es, ni puede, técnicamente ser, por si misma, impedimento a la ordenación de
barrios y distritos, compactos, densos-no-congestivos, y sostenibles.
Madrid ciudad no incluye en su planificación
sectores unifamiliares, o de baja densidad, cuestionados desde criterios de
sostenibilidad ambiental. En el consolidado urbano, los barrios unifamiliares
son también la excepción.
Las carencias de compacidad o sostenibilidad identificables
de los sectores de residencial colectivo solo pueden deberse a deficiencias,
consentidas, de la ordenación parcial, pormenorizada o de detalle, (planeamiento
parcial), no a la determinación estructurante de uso global colectivo del planeamiento
general, que es, precisamente, la opción sostenible, ni siquiera a su
intensidad global.
La corrección de las inadecuaciones o carencias de
sostenibilidad que se identifiquen, en la ordenación local o pormenorizada, son
corregibles con instrumentos de ordenación parcial. Corresponde a la ordenación
general o estructurante dotarse de objetivos y criterios de sostenibilidad evaluables
que permitan enjuiciar, aceptar, reconducir o rechazar, las ordenaciones parciales.
A falta de exámenes más
detenidos, sorprende el enfoque de revisión de los contenidos de intensidades edificatorias, no del todo
claro, en que grado locales o globales,
que se preavanza para el SurEste y
la nueva urbanización.
Ordenaciones con
intensidades medias en parcela neta >2
m2t/m2s, no acreditan en la intensidad edificatoria sus carencias de sostenibilidad.
El municipio de Madrid, debe dotarse, urgentemente,
de un sistema, no ambiguo, reglado y normalizado, de
indicadores evaluables de sostenibilidad,
protocolos, patrones, modelos y valores de sostenibilidad, bien mediante su
producción propia, bien mediante su adhesión a modelos ya elaborados, en uso.
Dotarse de criterios públicos operativos para
juzgar, examinar y dirimir la sostenibilidad de los desarrollos en el
municipio, es estructurante. Mantener y difundir ambigüedades y ambiguaciones,
no es el camino.
Serafín Sardina COAM 7538
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