EL CENTRO HISTÓRICO, EL ENSANCHE
Como plantea Javier Bardón no existe un
centro único definible. Hay un Madrid “de los Austrias” para turistas, el eje
de la Castellana se planteó históricamente como articulador de toda la
ciudad situando las dotaciones y edificios representativos de corporaciones
(AZCA-Ministerios), pero actualmente se tiende a la deslocalización hacia
zonas con mayor extensión en la periferia, abandonando ese eje y no
identificando un área concreta. Madrid tiene que plantear una identificación,
para conocer que realmente debe protegerse. La actual propuesta define toda la
extensión hasta el borde del ensanche y del rio coincidente con la declaración
de centro histórico BIC de 1995.
En la situación actual. Con la anterior
normativa muy proteccionista para frenar el proceso de años 60 y 70 de
destrucción de todo el patrimonio existente, habiendo creado una conciencia de
rehabilitación además de la nueva construcción, es momento de compaginar
ambas tendencias y ser progresivo en las actuaciones.
Recuperar
la ciudad desde el centro histórico, no un único escaparate de turistas, la
actividad económica dinamiza y es el motor de la transformación. La vivienda es
estática, es imposible actuaciones globales con la fragmentación de la
propiedad. Los usos productivos permiten ese cambio al adaptarse continuamente
a las variaciones que la demanda exige, actualizándose pero respetando el
contenedor. Ese debe ser el fin de la protección arquitectónica, mantener el
contenedor pero permitir su adaptación a cada demanda, con atención al contexto
dentro de la trama en el cual se circunscribe.
No
se establece distinción entre centro histórico y ensanche, variando solo la
intensidad de los edificios catalogados, continuaremos con la idea del Plan del
97 con una misma norma zonal para el centro histórico y el
ensanche.
LAS
COLONIAS HISTÓRICAS.
No
se pueden tratar como elementos que deben preservarse partiendo de un modelo
teórico. Es muy fuerte la demanda de actuaciones individualizadas y muy
diversas, cada persona se apropia de esa identidad para transformarla a su
capricho.
La
protección debe partir de la preservación de la idea de colonia de viviendas
unifamiliares, con una determinada organización espacial y volumétrica, que es
lo que realmente las identifica, revisar su catalogación.
La
posible variación de su aspecto exterior ya se ha producido anteriormente, y es
ilusorio que en un futuro todas se adapten a la idea del prototipo inicial. La
ficha tipo debe ser una referencia y no un fin.
Tampoco
debe mantener el uso residencial como único, están emplazadas en áreas ya
consolidadas, y rodeadas de tipología de edificios en altura, no son “ciudad
jardín”, es parte de la ciudad, y se deben admitir una mayor compatibilidad de
usos incluso en edificio exclusivo.
EL
PATRIMONIO HISTÓRICO
La
Propuesta del Avance del Plan de reducción de niveles de catalogación:
- Bienes de patrimonio
histórico.
- Posible calidad
arquitectónica de relevancia.
- Posible interés
arquitectónico.
- Posible interés
Urbano y paisajístico.
- Sin aparente interés.
Unido
a las intenciones de flexibilidad, el compromiso de revisar la totalidad de
edificaciones parece el camino adecuado, incluyendo edificios del siglo XX.
Posibilidad de obras por las normas Técnicas (Código Técnico, accesibilidad,
ahorro energético) que puedan mantener los valores a preservar pero
también adaptaciones, clarificar muy bien ese régimen de obras, evitar
situaciones absurdas de tener que reponer materiales antiguos solo por respetar
el concepto “original”.
Evitar
que un exceso de protección aboque a no realizar obras que pueden mejorar las
condiciones de habitabilidad por impedir actuar en esos elementos, sobre todo
cuando los criterios sobre el concepto de uso han variado con el paso del
tiempo. La vivienda internamente debe ser del morador y sólo la configuración
exterior del contenedor debe preocuparnos.
No
limitar el régimen de usos por la protección, favorecer y ampliar la
implantación de usos distintos al residencial en estos edificios
protegidos para garantizar una conservación y puesta en valor no posible solo
por el uso residencial. La actividad fomenta la regeneración de la ciudad
consolidada y la ocupación, permitiendo el uso continuado sin grandes
desplazamientos mejorando la calidad de utilización de los ciudadanos.
Las
limitaciones deben partir del propio uso y no de un proteccionismo de
porcentajes o localizaciones en unas plantas y no en otras.
Se
incluye el concepto de ejes con posible regulación singular del zócalo comercial.
Debe tener una cierta regulación para evitando la homogeneidad, debe unificarse
criterios con los establecimientos comerciales protegidos, al coexistir en
algunos casos ambos conceptos en el mismo local comercial.
LA
REHABILITACIÓN DE LA PRIMERA PERIFERIA. LA ORDENANZA 3
Esta
Ordenanza es el cajón de sastre, tanto de actuaciones de normativas anteriores
como de las actuaciones, mayoritariamente de tipología en bloque abierto.
Plantea
una revitalización, utilizando la sostenibilidad medio ambiental como impulsora
de esa transformación. Posibilita interrelacionar a nivel integral o de
barrios, y la puesta en valor de espacios libres entre bloques. Es una gran
apuesta de futuro, donde hay que dejar más libertar en las actuaciones,
pudiendo convivir grandes trasformaciones urbanas promovidas por el
Ayuntamiento con la ejecución particular de nuevas tipologías y modos de
utilización.
Gerardo Mingo Pinacho
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