martes, 2 de octubre de 2012

SOBRE LA CIUDAD CONSOLIDADA.

 

EL CENTRO HISTÓRICO, EL ENSANCHE

Como plantea Javier Bardón no existe un centro único definible. Hay un Madrid “de los Austrias” para turistas, el eje de la Castellana se planteó históricamente  como articulador de toda la ciudad situando las dotaciones y edificios representativos de corporaciones (AZCA-Ministerios), pero actualmente se tiende a la deslocalización  hacia zonas con mayor extensión en la periferia, abandonando ese eje y no identificando un área concreta. Madrid tiene que plantear una identificación, para conocer que realmente debe protegerse. La actual propuesta define toda la extensión hasta el borde del ensanche y del rio coincidente con la declaración de centro histórico BIC de 1995.

En la situación actual. Con la anterior normativa muy proteccionista para frenar el proceso de años 60 y 70 de destrucción de todo el patrimonio existente, habiendo creado una conciencia de rehabilitación además de la nueva construcción, es momento de compaginar  ambas tendencias y ser progresivo en las actuaciones.
Recuperar la ciudad desde el centro histórico, no un único escaparate de turistas, la actividad económica dinamiza y es el motor de la transformación. La vivienda es estática, es imposible actuaciones globales con la fragmentación de la propiedad. Los usos productivos permiten ese cambio al adaptarse continuamente a las variaciones que la demanda exige, actualizándose pero respetando el contenedor. Ese debe ser el fin de la protección arquitectónica, mantener el contenedor pero permitir su adaptación a cada demanda, con atención al contexto dentro de la trama en el cual se circunscribe. 
No se establece distinción entre centro histórico y ensanche, variando solo la intensidad de los edificios catalogados, continuaremos con la idea del Plan del 97 con una misma norma zonal para el centro histórico y el ensanche.   

LAS COLONIAS HISTÓRICAS.
No se pueden tratar como elementos que deben preservarse partiendo de un modelo teórico. Es muy fuerte la demanda de actuaciones individualizadas y muy diversas, cada persona se apropia de esa identidad para transformarla a su capricho.
La protección debe partir de la preservación de la idea de colonia de viviendas unifamiliares, con una determinada organización espacial y volumétrica, que es lo que realmente las identifica, revisar su catalogación.
La posible variación de su aspecto exterior ya se ha producido anteriormente, y es ilusorio que en un futuro todas se adapten a la idea del prototipo inicial. La ficha tipo debe ser una referencia y no un fin.
Tampoco debe mantener el uso residencial como único, están emplazadas en áreas ya consolidadas, y rodeadas de tipología de edificios en altura, no son “ciudad jardín”, es parte de la ciudad, y se deben admitir una mayor compatibilidad de usos incluso en edificio exclusivo.  

EL PATRIMONIO HISTÓRICO
La Propuesta del Avance del Plan de reducción de niveles de catalogación:
-       Bienes de patrimonio histórico.
-       Posible calidad  arquitectónica de relevancia. 
-       Posible interés arquitectónico.
-       Posible interés Urbano y paisajístico.
-       Sin aparente interés.
Unido a las intenciones de flexibilidad, el compromiso de revisar la totalidad de edificaciones parece el camino adecuado, incluyendo edificios del siglo XX. Posibilidad de obras por las normas Técnicas (Código Técnico, accesibilidad, ahorro energético)  que puedan mantener los valores a preservar pero también adaptaciones, clarificar muy bien ese régimen de obras, evitar situaciones absurdas de tener que reponer materiales antiguos solo por respetar el concepto “original”.
Evitar que un exceso de protección aboque a no realizar obras que pueden mejorar las condiciones de habitabilidad por impedir actuar en esos elementos, sobre todo cuando los criterios sobre el concepto de uso han variado con el paso del tiempo. La vivienda internamente debe ser del morador y sólo la configuración exterior del contenedor debe preocuparnos. 
No limitar el régimen de usos por la protección, favorecer y ampliar la implantación de usos distintos al residencial  en estos edificios protegidos para garantizar una conservación y puesta en valor no posible solo por el uso residencial. La actividad fomenta la regeneración de la ciudad consolidada y la ocupación, permitiendo el uso continuado sin grandes desplazamientos mejorando la calidad de utilización de los ciudadanos.
Las limitaciones deben partir del propio uso y no de un proteccionismo de porcentajes o localizaciones en unas plantas y no en otras.
Se incluye el concepto de ejes con posible regulación singular del zócalo comercial. Debe tener una cierta regulación para evitando la homogeneidad, debe unificarse criterios con los establecimientos comerciales protegidos, al coexistir en algunos casos ambos conceptos en el mismo local comercial.

LA REHABILITACIÓN DE LA PRIMERA PERIFERIA. LA ORDENANZA 3
Esta Ordenanza es el cajón de sastre, tanto de actuaciones de normativas anteriores como de las actuaciones, mayoritariamente de tipología en bloque abierto.
Plantea una revitalización, utilizando la sostenibilidad medio ambiental como impulsora de esa transformación. Posibilita interrelacionar a nivel integral o de barrios, y la puesta en valor de espacios libres entre bloques. Es una gran apuesta de futuro, donde hay que dejar más libertar en las actuaciones, pudiendo convivir grandes trasformaciones urbanas promovidas por el Ayuntamiento con la ejecución particular de nuevas tipologías y modos de utilización.

Gerardo Mingo Pinacho

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